La reducción de acceso a micronutrientes y alimentos complementarios atenta con empeorar las cifras de tres enfermedades infantiles en Tarija, tales como la anemia, la desnutrición crónica y la obesidad en menores de cinco años de edad, así se advierte desde el Servicio Departamental de Salud (Sedes).
La Covid-19 no solo vino a afectar a las personas solo como una enfermedad como tal, sino que disminuyó el acceso a insumos o productos que ayudan a prevenir otras patologías, como el uso de métodos anticonceptivos, la inmunización en contra de enfermedades prevalentes y también los males que aparecen a raíz de un desorden alimentario.
Sin la pandemia, los datos no eran alentadores para Tarija, porque los casos de anemia en niños de edad escolar habían aumentado de 30 a 35 por ciento (año 2017), según datos del Sedes. Mientras que en desnutrición crónica en menores de cinco años de edad la cifra quedó estancada en 14,7, según la comparación realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre sus dos últimas encuestas de salud efectuadas (2008-2016).
Esa misma institución estatal mostraba que Tarija había sido el departamento de Bolivia que más había aumentado el sobrepeso y obesidad, con variación porcentual de 70,6 por ciento entre los dos periodos de encuesta. Pero hoy con la pandemia todo empeora.
Martha Carballo, coordinadora de las Unidades de Nutrición Integral del Departamento Tarija, explicó que cuando no había la pandemia le meta que les daba el Ministerio de Salud era llegar al 80 por ciento en cobertura de micronutrientes y alimentos complementarios para menores de cinco años de edad, para ese entonces se alcanzaba entre el 60 y 70 por ciento, pero en los dos últimos años no se llega ni al 50 por ciento.
“Sí hay una disminución de coberturas en porcentaje, pero más allá de esos números fríos se trata del estado nutricional del usuario (niños), que puede incidir en la suba del índice de anemia, sobrepeso obesidad y desnutrición crónica o aguda, y tal vez alguna otra patología relacionada a los problemas nutricionales”, comentó la especialista.
Carballo cree que esa reducción de acceso a los micronutrientes y alimentos complementarios está ligada a la pandemia, pues por el miedo o susceptibilidad al contagio de la Covid-19 no acuden a los centros de salud a recoger su beneficio, que comprende vitaminas, chispitas nutricionales o el Nutribebé. Como programa coordinan para que esos productos estén disponibles en todos los centros de salud, pero la gente no acude a recoger ni hacer sus controles.
Sobre la anemia, Elva Gisbert, nutricionista del Sedes, en una anterior entrevista explicó que esto puede ocasionar una disminución de la capacidad cognitiva del niño, de esta manera los signos de esa enfermedad serán deficiencia en el aprendizaje, y la persona dormirá en exceso.
Al margen de los micronutrientes y alimentos complementarios, las especialistas recomiendan aumentar el consumo de alimentos ricos en hierro, como los de origen animal, carnes, hígado, verduras de hojas de color verde oscuro como las leguminosas, pero también lentejas, garbanzo y porotos.
